La compañía que dió su origen a la Grindex actual fué organizada por los ingenieros Kristensson y Grähs en el año 1940, quienes la fundaron en Ulvsunda, al noroeste de Estocolmo, con una combinación de sus nombres.
Su primera línea de productos se basaba en mecanismos de cebado para la armada sueca. A finales de la Segunda Guerra Mundial, esta empresa reorientó su producción, enfocándose en frenos para remolques y vagones.
Entre 1940 y 1950, desarrollaron una afiladora para talleres que sirvió de base para el siguiente proyecto: una afiladora de brocas para roca, a la que llamaron Grindex Rockmaster, logrando que Grindex comenzara a incursionar en los sectores de la construcción y la minería.
Durante su recorrido para vender la máquina afiladora, Börje Kristensson escuchó de un producto lanzado recientemente y cuyo concepto era nuevo: una bomba sumergible de achique. A pesar de que cumplían con su función, estas bombas eran pesadas, no podían operar en seco y tenían otros inconvenientes según Kristensson escuchó escuchó de los usuarios; así que, con esa nueva idea, desarrolló una bomba ligera capaz de funcionar en seco debido a la válvula de aireación patentada.
La primera bomba Grindex
Las instalaciones con las que contaba Grindex no eran suficientes para crear la primera bomba, por lo que en 1960, se mudaron a Haninge, al sur de Estocolmo; donde comenzaron con dos tamaños de bombas, y poco después la gama se amplió hasta cinco esa misma década.
Entre 1970 y 1980 nacieron más modelos, incluyendo las primeras bombas para lodos; y en 1980 Grindex vendió su parte dedicada al afilado, centrándose por completo en las bombas sumergibles.
En 1989 esta empresa abrió una filial en Chicago (EE.UU.) con el objetivo de cubrir el mercado norteamericano y para 1990 Grindex ya se había convertido en una de las empresas más importantes del mundo en bombas sumergibles eléctricas de achique y para lodos, después de presentar la gama New Line con éxito.
Otro avance fue la introducción del sistema electrónico de vigilancia del motor SMART, donde una caja negra dentro de la bomba proporcionaba triple protección del motor, convirtiéndose en un componente vital para la confiabilidad de las bombas y uno de los mejores métodos de bombeo del siglo XXI.
Basados en la durabilidad, sencillez y fiabilidad de las bombas New Line, fueron lanzadas las bombas Proline en el año 2000, comenzando a usarse en una variedad de aplicaciones exigentes como obras de construcción, minas y canteras; expandiéndose rápidamente en el mercado.
Grindex en la actualidad
La evolución de Grindex ha sido indetenible, gracias a sus bombas que combinan su protección de motor integrada con el sistema SMART, facilidad de instalación, y un innovador diseño hidráulico capaz de reducir drásticamente las pérdidas de rendimiento debido al desgaste.
Con su demostración en aplicaciones exigentes como las de los sectores de construcción, minería e industria pesada, Grindex busca reforzar hoy día su posición como líder mundial en bombas sumergibles, exportando dicho producto a países de todo el mundo.
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